En los cuatro primeros meses de 2011, la rentabilidad socioeconómica de los destinos vacacionales españoles (medida a través del empleo turístico y el RevPAR hotelero (Ingreso por habitación disponible)), crece de manera notable, especialmente en los destinos canarios en plena temporada alta, muy por encima de la leve recuperación de estos indicadores observada en las principales ciudades españolas. Estos resultados se deben principalmente a la fuerte afluencia producto de la atípica e inesperada redirección de flujos de demanda extranjera por los problemas geopolíticos de los competidores del Mediterráneo Oriental y, en menor medida, al efecto de las señales de recuperación observadas en las economías de los principales países de origen de turistas hacia España, mientras la demanda doméstica se mantiene estancada.

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